Llanura de Tsipras ...

Déjeme decirlo brevemente, para ir directo al grano. Thierry Henry es un gran futbolista, entre los grandes en valor, pero también en oferta, pero no lo tomaría en mi equipo. No lo despido, simplemente no mostró nada desde el banquillo. Entonces, ¿con qué criterio le dan un club que aspira a entrar en el mapa de forma más dinámica?

El chat es académico, realmente no nos concierne. Como observadores, juzgamos los movimientos en países que realmente tratan el fútbol como un negocio, no como afortunado, como lo es en Grecia. Bueno Después de una carrera en Mónaco, Juventus, Arsenal, Barcelona y un rapero en Estados Unidos, Henri, de 41, se convierte en el comentarista de 2014 en televisión y como entrenador nacional de 2016 como asistente nacional en Bélgica.

Para saber lo que estamos diciendo. El asistente está relacionado con el entrenamiento pero no se lo juzga porque no toma una decisión. El no tiene responsabilidad. Entonces es arriesgado confiar en él primero.

Y Henry interpretó a la estrella cuando se presentó en Mónaco. Es una estrella, después de todo, porque es una marca, le dieron un paquete grueso de un canal para que lo hiciera el comentarista. Y su incorporación en la selección belga tuvo el sentido de la buena comunicación que aseguraría con los internacionales por su prestigio futbolístico, no que esperaran un aporte en materia de banquillo.

En su presentación, Henry apareció con una chaqueta, corbata, y para convencerse de que era un entrenador, vestía uniformes y zapatillas de deporte. Traje de vestir. Tsipras escupió. Al igual que el primer ministro griego que representa a los no convencionales, a la izquierda, a los herejes con la camisa desabrochada, incluso en los eventos más formales.

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